Más de 90 años recorriendo las calles de Buenos Aires.
El desastre económico a fines de los años 1920 era alarmante a nivel mundial y Buenos Aires no escapaba a la crisis, debido a esto un grupo de taxistas, cansado de deambular infructuosamente y con la necesidad de llevar un peso a casa, decidió hacer permanente una modalidad que ya se estaba utilizando con éxito los días de reuniones hípicas: transportar en sus vehículos a varios pasajeros, por un precio módico y sobre un recorrido preestablecido. Los taxis de entonces eran vehículos amplios y lujosos, y aquel ensayo tímido iniciado la lluviosa jornada del 24 de septiembre de 1928 pronto tuvo eco favorable en el público. Sin darse cuenta, aquellos pioneros habían desatado algo destinado a crecer... había nacido el colectivo.
En poco tiempo los “taxis-colectivos” proliferan por la ciudad, y antes del primer aniversario de este nuevo medio, el 15 de agosto de 1929, salió a rodar la línea 24, entre plaza Constitución y el puente Victorino de la Plaza, que pronto cruzó para alcanzar Villa Castellino, aunque posiblemente volvió por un tiempo a cortar en el puente. El número fue elegido por similitud al del tranvía del Anglo Argentino, con el que superponía parte del recorrido, en franca competencia.
El número fue elegido por similitud al del tranvía del Anglo Argentino, con el que superponía parte del recorrido, en franca competencia.
El 27 de marzo de 1935 la línea fue habilitada oficialmente por la Municipalidad con el número 45. Poco después prolongaría de Constitución a Retiro. En 1936, el trayecto se cumplía por Vélez Sarsfield, Santo Domingo, Gonçalves Díaz, Iriarte, Sta. Magdalena, Australia, Pinedo, Vieytes, Amancio Alcorta, Caseros, Salta, Brasil, Bernardo de Irigoyen, México, Piedras, Esmeralda, Sarmiento, San Martín, L. N. Alem, Maipú (hoy José M. Ramos Mejía) hasta la estación del F.C. del Estado (luego Belgrano). En la Guía Expreso (octubre/1936) figura hasta Puerto Nuevo. Para este recorrido se contaba con 30 coches en la línea.
Una vez habilitado, extendió su recorrido de Constritución a Retiro, contando con un total de 30 coches realizando el recorrido.
Entonces llegó la Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires (CTCBA), que comenzó a operar el 16 de febrero de 1939. Esta nueva empresa cuasi-monopólica, creada en 1936 a partir de la ley 12.311, era fruto del llamado pacto Roca-Runciman, mediante el cual el imperio británico reactivaría las compras de productos agropecuarios al país a cambio de un “trato benévolo” a las empresas de ese origen radicadas en la Argentina. En la última década la economía de las compañías tranviarias se había resentido notablemente debido a la competencia de los automotores, y de esta forma se implementaba un control sobre la proliferación de ómnibus y colectivos. En el directorio de la Corporación, que usufructuaba una concesión por 56 años, estaban representados el gobierno nacional, el municipal, las empresas de tranvías, de subterráneos, de ómnibus y las líneas de colectivos. Estas últimas con un solo representante para las 68 líneas en circulación. Las líneas que no ingresaran de buen grado a la nueva empresa serían pasibles de incautación e inhabilitación. Los colectiveros, empresarios independientes, pasarían a ser empleados de la Corporación, sin derecho sobre sus propios vehículos. Pero no pensaban dejarse torcer el brazo. Estaban en pie de guerra y tenían razón. El 4 de septiembre de 1942 comenzaron las expropiaciones de colectivos. Como respuesta estalló una huelga que se prolongó hasta el 15 de septiembre, cuando se abrieron negociaciones. Pero al no haber acuerdo, el 16 de octubre los transportistas volvieron a la huelga, esta vez por casi 4 meses.
El 4 de septiembre de 1942 comenzaron las expropiaciones de colectivos. Como respuesta estalló una huelga.
El 5 de febrero de 1943 se llegó a una salida de emergencia. Se firmó un Convenio de Tenencia entre la Corporación y los propietarios de 13 líneas de colectivos que no habían sido rehabilitadas, entre ellas la 45. Por este convenio, los propietarios cedían a la CTCBA la pertenencia de los colectivos y los derechos de explotación, a cambio de la tenencia precaria de los vehículos por un plazo no menor a 90 días, durante los cuales podían explotarlos por su cuenta y riesgo. En este marco, el 14 de febrero la 45 volvió a la calle. El gobierno surgido de la revolución del 4 de junio suspendió las incautaciones de colectivos por decreto, el 1 de julio. La 45 continuó así como privada, aunque durante mucho tiempo a las líneas que se salvaron de ser re-incautadas se las siguió denominando como “de tenencia”.
A causa de la firma del Convenio los propietarios podían explotar los vehículos por su cuenta y riesgo.
Seis años más tarde tenía 28 unidades (22 de 11 asientos y 6 ya más grandes, de 16). En 1951 quedaban solo dos de 11 asientos (coches 11 y 23). Solicitaron por entonces prolongar al hospital Militar, pero el pedido fue denegado y aunque les ofrecieron modificar el recorrido hacia Recoleta, todo quedó como estaba. En 1952 la línea llegó a Bustamante y General Paz (Gerli). Cuatro años después se estableció la otra terminal en Maipú y Wilson (Antepuerto) y en 1958 volvieron apedir el alargue al hospital Militar.
El 25 de mayo de 1961 la 45 llegó a Monroe (luego Carlos Gardel) y Cavour, en Lanús, fijando domicilio en Monroe 545. Esta prolongación fue experimental y se oficializó el 20 de enero del año siguiente, cuando la línea ya había pedido llegar hasta Turdera. Por entonces se constituyó en sociedad de derecho como Micro Ómnibus 45 S.A.C.I.F. En 1964, un nuevo pedido (ramalizar pasando por Once) se encontró con otra negativa oficial. Igualmente la empresa crecía: el parque se estabilizó en 60 coches.
• En el año 1961, la línea alcanzó las 28 unidades.
En 1989 se inauguró la actual terminal en 14 de Julio 4100 (Remedios de Escalada). Estas instalaciones cuentan con playa para internación de toda la flota, expendio de combustible, gomería y 500 m2 para talleres de mecánica ligera, chapa y pintura. Poco después la línea llegó hasta allí, y a fines de 1991 parte de los servicios que terminaban en el policlínico Ferroviario fueron llevados hasta el Aeroparque Al año siguiente se estableció un servicio semi-rápido de tráfico restringido,desde la terminal, subiendo en Constitución a la autopista 9 de Julio hacia Escalada. El parque móvil se fue incrementando hasta alcanzar las 91 unidades